A estas alturas, probablemente ya esté familiarizado con el Sistema de Nombres de Dominio (DNS) y su funcionamiento. Es el servicio que conecta o mapea los aspectos numéricos de los sitios que visita, o las direcciones IP, con los nombres de dominio de esas páginas.
Sin embargo, con el auge de las direcciones IP dinámicas, surgió otra necesidad. El servicio DNS sólo sirve para direcciones IP estáticas porque la identidad del usuario no cambia cada vez que su dispositivo se conecta a la web. Sin embargo, el Sistema Dinámico de Nombres de Dominio, o DDNS, es perfecto para soportar números IP dinámicos o cambiantes.
DDNS es, por tanto, una herramienta útil si el usuario quiere acceder a su ordenador doméstico desde un lugar remoto, o alojar un servidor web o FTP anunciando un nombre público a posibles usuarios, entre otras cosas. Dado que las redes domésticas suelen obtener direcciones IP dinámicas de sus proveedores de servicios de Internet (ISP, por sus siglas en inglés), DDNS es especialmente útil si se ejecuta ese tipo de configuración.
¿Cómo funciona el servicio?
Al igual que ocurre con la mayoría de las herramientas de acceso remoto, para utilizar esta tecnología de forma eficaz es necesario registrarse en el proveedor de DNS dinámico, o DDNS, e instalar su software en el ordenador anfitrión. Por ordenador anfitrión, nos referimos a cualquier dispositivo que cumpla la función de "servidor".
Dado que los DDNS se encargan de "ajustar" cada vez que cambia la dirección IP, eso es precisamente lo que hará el software instalado. Y cambiará ya que se trata de un número IP dinámico: cuando eso ocurra, el software que instalaste se asegurará de ponerse en contacto con el servicio DDNS para actualizar tu cuenta con la IP recién cambiada.
La tecnología, o en este caso concreto, el nombre DDNS asociado a su cuenta, distribuye eficazmente los visitantes al servidor establecido como anfitrión. La IP puede cambiar mil veces, y el proceso se repetirá. Su software DDNS siempre puede identificar cuando una IP dinámica ha cambiado.
Los servicios DDNS, por definición, no son necesarios si la red en cuestión tiene una dirección IP estática porque el nombre de dominio sólo necesitará conocer el número IP una vez. Recuerde, si la IP es estática, significa que es estable y no se modificará.
¿Por qué necesita un servicio DDNS?
Los proveedores de servicios DDNS son necesarios para quienes desean alojar sus propias páginas web desde sus casas. Además, si se encuentra en un lugar alejado de su servidor u ordenador "anfitrión" y desea acceder a archivos o documentos, también puede implantar este servicio.
Después de todo, las direcciones IP empresariales son más convenientes que las IP domésticas porque los ISP te ofrecen un número para acceder a la web desde tu casa, pero como suelen ser dinámicas, tienden a cambiar porque los ISP gestionan sus propios sistemas en línea. Ese escenario afecta a los que quieren usar sus IPs residenciales con sus cámaras de seguridad, webcams y otros dispositivos inteligentes porque el número se modifica y no hay avisos.
Para eso existen los DDNS: para asignar un nombre de dominio a la dirección IP de origen dinámica para actualizaciones automáticas en el momento de una modificación del número IP.
Servicios DDNS gratuitos y de pago
Como ocurre con la mayoría de herramientas tecnológicas y recursos en línea, DDNS puede ser gratuito o a través de proveedores de servicios personalizados de pago. Y como todo en la vida, te conviene más el segundo, ya que es más fiable que el primero y tiene más funciones.
Por ejemplo, los servicios DDNS gratuitos no te permiten elegir cualquier URL para que se reenvíe a tu servidor host. Una vez seleccionado un nombre de host, solo tienes un puñado de dominios entre los que elegir.
Estas son algunas opciones de servicios DDNS a tener en cuenta:
- FreeDNS Miedo
- NoIP
- Dynu
- Dominio Google
- DNS dinámico
- Pato DNS
- org
DNS y sus peligros
Al igual que el DNS conlleva algunos riesgos de seguridad y privacidad, los servicios DDNS no están exentos de peligros, especialmente si se utiliza una VPN. Las redes privadas virtuales, o VPN, son herramientas de seguridad en línea que proporcionan navegación anónima a los clientes porque ocultan la dirección IP del usuario y los contenidos compartidos en línea, redirigiéndolos a servidores remotos.
Las VPN son aplicaciones de privacidad y seguridad muy útiles, pero es necesario utilizar un proveedor fiable, como IPBurger. Recuerda que, si utilizas una VPN, su servidor DNS gestionará tus peticiones de Internet. Pero si hay fugas debido a la falta de fiabilidad o a un cifrado deficiente, la solicitud de Internet acabará siendo atendida por tu ISP, lo que supondrá una amenaza para la privacidad.
IPBurger está más que preparada para proteger ferozmente a los usuarios de fugas de DNS, ataques DDoS y envenenamiento de caché porque aplica un cifrado de nivel militar y tiene una estricta política de no registro. Sus planes oscilan entre 5 y 9,58 dólares al mes, y quedarás satisfecho con su oferta de direcciones IP compartidas y dedicadas.
En conclusión, el Sistema Dinámico de Nombres de Dominio, o DDNS, puede ayudarle a mantenerse al día con las direcciones IP cambiantes (dinámicas) dentro de una red. Son servicios perfectos para el acceso remoto y para gestionar redes domésticas, entre otras cosas.