Cambiar los detalles de la propia ubicación se ha convertido en una de las actividades más ventajosas en el mundo online. Poder manipular manualmente los detalles del área de conexión puede ayudar a los usuarios a desbloquear servicios, sitios web y plataformas de streaming que estarían prohibidos en circunstancias normales.
¿Qué es una dirección IP?
Las direcciones IP son las identidades online de los dispositivos que entran en la red. A cada ordenador, smartphone o gadget se le asigna un número de Protocolo de Internet (IP) para identificarlo correctamente y diferenciarlo de los millones de pares que coexisten en línea.
Las direcciones IP muestran todos los detalles de localización que la gente, las redes y los sistemas de la web necesitan saber sobre una persona o, más concretamente, sobre una máquina. Un sitio web puede saber el país de origen de un visitante con sólo mirar el número IP.
Hay situaciones en las que el hecho de que su dirección IP sea pública puede ser beneficioso. Sin embargo, son muy pocos, y la gente ha empezado a comprender la importancia de la privacidad de los datos y la navegación anónima, así como la ventaja añadida de acceder a sitios internacionales bloqueados.
Cómo cambiar su dirección IP
Para cambiar temporalmente tu dirección IP, puedes utilizar un servidor proxy Smart DNS o una VPN. Aunque el primero tiene algunas ventajas (la más notable es que no afecta en absoluto a la velocidad de conexión), el segundo es una completa suite de privacidad y anonimato de datos.
Las VPN, o Redes Privadas Virtuales, son herramientas de encriptación que se presentan en forma de servicios en línea. Desvían todo el contenido compartido y el tráfico a servidores remotos, lejos de miradas indiscretas en la red, como hackers, agencias gubernamentales de vigilancia, tiendas online, etc.
Las VPN utilizan tecnologías de cifrado llamadas protocolos para realizar su actividad y crear un túnel virtual por el que pasará la información, evitando el contacto con los proveedores de servicios de Internet que guardan registros de la actividad de los usuarios y los comparten con organismos gubernamentales o de inteligencia en caso de investigación.
Una compañía VPN hará una lista de servidores y países disponibles para la conexión, lo que significa que tienen docenas, cientos o incluso miles de direcciones IP para los usuarios que quieran cambiar la suya por una razón específica.
Fingir estar en otra parte
Básicamente, lo que hará la VPN es cambiar la forma en que apareces conectado, en concreto, la ubicación. Por supuesto, esto se hace virtualmente, ya que no saldrás de casa ni te levantarás del sofá.
Usuarios de todo el mundo pueden acceder a la tecnología VPN, ya que es muy asequible. Existen servicios gratuitos (aunque no son recomendables, ya que suelen guardar registros, ser lentos y mostrar molestos mensajes publicitarios, entre otras cosas) y de pago, y cobran cuotas mensuales de entre 4 y 15 dólares, dependiendo de la marca.
Con un proveedor de servicios VPN, los usuarios pueden estar en cualquier nación y entrar en la zona jurisdiccional de otra. Adquirir una dirección IP temporal de un país específico significará que los servicios bloqueados por razones geográficas ahora estarán disponibles.
La práctica habitual es que un sitio web o servicio de streaming sólo muestre sus contenidos a los habitantes de un determinado país o ubicación geográfica. Cualquier solicitud de conexión desde una zona distinta será bloqueada: eso se llama "geobloqueo", y es la razón por la que BBC iPlayer no está disponible fuera del Reino Unido, y por la que cada región de Netflix tiene sus propios programas y películas.
Por eso, si quieres disfrutar de los servicios de BBC iPlayer (por ejemplo) y estás en Japón, debes registrarte en una marca VPN y conectarte a un servidor británico. Es la única forma de ver los mejores programas y ofertas de la plataforma.
Una VPN hará que parezca que se encuentra en el mismo lugar que la ubicación del servidor. Por ejemplo, si estás en Estados Unidos y te conectas a una VPN en el Reino Unido, parecerá que estás en el Reino Unido.
Cómo cambiar su dirección IP con una VPN
- Evalúe cuidadosamente el mercado e identifique sus necesidades. Cuando sepa lo que quiere, elija una VPN que satisfaga sus deseos y se ajuste a su presupuesto.
- Vaya al sitio web de esa VPN.
- Regístrese en el servicio VPN, eligiendo el plan y la forma de pago que más le convengan.
- Crea un nombre de usuario y una contraseña.
- Descargue e instale la aplicación o el cliente VPN en su dispositivo.
- Inicie la aplicación VPN.
- Inicia sesión con el nombre de usuario y la contraseña que has creado.
- Conéctese a un servidor de cualquier país que desee, siempre que esté incluido en la VPN elegida.
¡Voilà! Has cambiado con éxito tu dirección IP.